Muchas veces nos da pereza hacernos una mascarilla facial casera porque ello supone manchar nuestra ropa y todas las superficies que entran en contacto con ella. Resulta tan engorroso que optamos por no prepararlas nunca o comprar una mascarilla monodosis de las que vienen preparadas. Una opción, sin duda, más costosa y no por ello más efectiva. Por ello te presento un truco que va a hacer que no sientas ninguna pereza a la hora de elaborar tu rutina de belleza en casa: una mascarilla en roll-on.
Cosmética fresca versus cosmética convencional
La cosmética fresca supera muchas veces en calidad a la convencional. Podemos aprovechar mucho mejor las propiedades de los alimentos y de las plantas de manera integral, debido a que no se han sometido a ningún tratamiento.
En este artículo vas a aprender a realizar una mascarilla roll-on que te permitirá aplicar fácilmente el producto sobre el rostro o sobre cualquier otra zona a tratar. Bastará con que conserves un envase de desodorante que hayas acabado. Es posible que te cueste un poco de abrir el tapón que contiene la bola. Si es así, ayúdate de la punta de un cuchillo o cualquier objeto punzante para hacer palanca en el envase. Ten cuidado de no lastimarte.
Recupera un viejo envase de desodorante
Lava muy bien el envase con agua y jabón. A continuación, desinféctalo rociándolo con alcohol de 70º y deja que se seque al aire. Ahora ha llegado el momento de rellenarlo con tu mascarilla preferida. Voy a proponerte una opción que te va a satisfacer: una mascarilla de vino, té verde y miel.
Ingredientes para realizar una mascarilla roll-on:
- 3 cucharadas soperas de té verde
- 1 cucharada sopera de vino tinto
- 1 cucharada sopera de miel
- 1 cucharada de postre de almidón de maíz (maicena)
Preparación de la mascarilla de vino, té verde y miel:
Caliente el té verde y disuelve en él el almidón de maíz. Retira del fuego y añade el vino tinto y la miel. Tiene que quedarte una especie de pasta fluida capaz de deslizarse sin problema sobre la bolita del roll-on. Si no es así, tendrás que añadir un poco más de té verde hasta conseguir la consistencia adecuada.
Aplica sobre el rostro limpio con la ayuda del aplicador roll-on. ¡Verás qué agradable es! Deja actuar de 10 a 15 minutos y aclara con abundante agua.
Esta mascarilla es rica en antioxidantes, que le aportan el vino y el té verde. Está muy indicada para pieles maduras, pero también para pieles con acné. La miel ejerce un efecto antibacteriano y desinflamatorio ideal para las pieles con granitos. Es hidratante y nutritiva. Por último, el almidón de maíz tiene efecto seborregulador, además de ser un potente limpiador que ayuda en la eliminación de puntos negros.