La llegada de una mascota a un hogar es siempre una fuente de alegría y emoción. Los perros, gatos, aves y otras mascotas pueden ofrecer una compañía inigualable y contribuir significativamente a nuestro bienestar emocional. Sin embargo, la responsabilidad de ser dueño de una mascota también trae consigo implicaciones financieras importantes que deben ser consideradas antes de tomar la decisión de acoger a un nuevo miembro de la familia. En este artículo, veremos cómo puede afectar la llegada de una mascota a nuestras finanzas.
Puede que hayamos tomado la decisión de tener una mascota. Esta debe ser una decisión meditada de antemano, ya que estamos hablando de una nueva responsabilidad, y es que los animales no son un capricho, sino seres vivos que sienten y padecen. Además, hay que tener en cuenta que la llegada de nuestra nueva mascota, supondrá una serie de gastos nuevos que van a afectar a nuestra economía personal en mayor o menor medida. No será igual cuidar de un pez que de un perro o de un gato. Por lo que resulta importante tener en cuenta las necesidades especiales que va a presentar el nuevo miembro de nuestra familia.
Aspectos económicos a tener en cuenta antes de tener una mascota
Una de las primeras cosas a tener en cuenta, es el gasto inicial que la nueva mascota va a suponer en nuestras finanzas. Los costes iniciales de obtener una mascota pueden variar significativamente dependiendo del tipo de animal, su raza y su origen. Por ejemplo, algunos perros de raza pueden costar miles de euros, mientras que la adopción de un animal de un refugio puede tener un coste mínimo o incluso ser gratuita. Además, es probable que se requieran varios suministros iniciales, como una cama para mascotas, jaulas o acuarios, juguetes, platos para comida y agua, y collares o correas. También hay que tener en cuenta las visitas iniciales al veterinario para vacunas, exámenes de salud y, posiblemente, la esterilización o castración del animal.
La alimentación de una mascota es un coste recurrente que puede sumar una cantidad significativa a lo largo del tiempo. Algunas mascotas, como los perros grandes, pueden consumir bastante comida, mientras que otras, como los peces o los reptiles, pueden tener dietas más económicas. También es importante considerar la calidad de la comida para mascotas. Los alimentos más baratos pueden costar menos en el corto plazo, pero a largo plazo podrían llevar a problemas de salud que tendrán como consecuencia costes veterinarios más elevados ante posibles enfermedades o intolerancias.
Las mascotas, al igual que las personas, requieren atención médica regular. Esto puede incluir exámenes regulares, vacunas, medicamentos preventivos para parásitos y otras enfermedades, y tratamientos para cualquier problema de salud que pueda surgir. Los costes de la atención veterinaria pueden variar ampliamente dependiendo de la ubicación, el tipo de mascota y su estado de salud general. Algunos dueños de mascotas optan por contratar un seguro para mascotas para ayudar a cubrir estos costos, lo que añade un gasto mensual adicional.
Dependiendo del tipo de mascota, puede haber gastos asociados con el aseo y la limpieza. Los perros de pelo largo pueden necesitar visitas regulares a un peluquero profesional, mientras que las mascotas que viven en jaulas o acuarios requerirán suministros de limpieza. Además, algunas mascotas pueden requerir cuidados especiales para sus uñas, dientes y orejas.
Otros gastos que no debemos pasar por alto
Además de los costos financieros directos, hay que tener en cuenta el tiempo y los costos indirectos de tener una mascota. Las mascotas requieren tiempo para el ejercicio, la socialización y el entrenamiento. Si un dueño de mascota no puede proporcionar esto debido a sus obligaciones laborales u otras responsabilidades, puede que necesite contratar a un paseador de perros o a un cuidador de mascotas, lo cual es otro costo a considerar.
Las mascotas también pueden causar daños en el hogar o en los bienes personales, que pueden requerir reparaciones o reemplazos costosos. Algunas mascotas pueden requerir modificaciones en el hogar, como cercas en el patio para los perros o torres de rascado para los gatos.