Hacer una mudanza es algo que puede resultar caótico y estresante para cualquier persona. El tener que cambiar de casa, con todas vuestras pertenencias de un lado a otro, es todo un reto: cada uno de los objetos que poseéis deben de llegar en perfectas condiciones al nuevo hogar. Es muy importante que planifiques la mudanza, por la mañana tengo que hacer esto y por la tarde lo otro, de esta manera conseguirás no volverte loca con todo lo que conlleva una mudanza.
Deshazte de lo que no uses. Ya que tienes que meter todo en cajas, revisa lo que ya no uses como esa ropa que te queda estrecha o está pasada de moda. No la tires, dónala a alguna institución benéfica que tengas cerca o conozcas. Si en tu nueva casa no sabes dónde colocar la ropa o los muebles, tienes la posibilidad de alquilar trasteros. Se trata de una muy buena opción de seguir manteniendo todas tus cosas y de ganar espacio en tu hogar.
Prepara una bolsa de supervivencia. Mete en una bolsa de viaje todo lo que necesites para los primeros días: algunas toallas, el pijama, un juego de sábanas y el neceser con todo lo necesario para el aseo personal: el dentífrico, el cepillo de dientes, el gel de ducha, una esponja… Esta bolsa la dejas en el cuarto de baño, cuando la necesites sabrás dónde encontrarla. En una caja mete platos, vasos, cubiertos de plástico, papel de cocina y servilletas, lo imprescindible para poder comer y cenar esos primeros días, y la dejas en la cocina.
¿Hay algún voluntario en la sala? ¡Esta sí que es una buena pregunta! Si tienes una gran familia y unos buenos amigos que son capaces de socorrerte de manera desinteresada en tu mudanza, eres muy afortunada. No dudes en recurrir a ellos para que te ayuden con el traslado. Al final del día, obséquiales con una gratificante y merecida cena.
Vamos hacer unas cuantas cajas. Organízate semanas antes y ves recopilando todas las cajas que puedas conseguir en los comercios del barrio o tu trabajo; periódicos, papel de burbuja para envolver todos los objetos delicados; rollos de cinta de empaquetar; tijeras y unos rotuladores gordos de colores. Pinta por fuera de las cajas el nombre de lo que contiene, así cuando comiences a organizar sabrás donde tiene que ir colocada cada caja.
Mi consejo es que, aunque la caja sea muy grande no la cargues con mucho peso, porque no podrás moverla tú sola a no ser que te ayuden. Todos los enchufes y adaptadores, colócalos juntos.
Cuidado al desmontar los muebles. Cuando tengas que desmontar los muebles para la mudanza, acuérdate muy bien de cómo tienen que ir montados, si ves que al montarlos de nuevo el mueble te van a causar un verdadero quebradero de cabeza, haz con el móvil varias fotos para tener una referencia de cómo realizarlo. En una bolsa de plástico transparente mete dentro los tornillos correspondientes a cada mueble y pega esa bolsa con celofán en la parte de atrás de éste.
Colocación de furgoneta. Es importantísimo saber aprovechar bien el espacio de la furgoneta con la que vayas a realizar la mudanza. Primero coloca los muebles más voluminosos, seguidamente las cajas más pesadas, de esta manera sujetarás todo el contenido dentro del vehículo. Asegura todas ellas con cuerdas para que, durante el viaje no se muevan ni se caigan.
Forra los muebles más delicados. Ya tienes todos los muebles desmontados, para que no se estropeen en la mudanza. Envuelve los más delicados con esas mantas viejas que ya no sirven, pero si no tienes, utiliza plástico de burbujas. Coloca los cuadros en una caja; todos ellos forrados con el mismo plástico, coloca entre unos y otros unas camisetas para que estén más protegidos. Los platos y vasos enróllalos uno por uno con los periódicos que hayas recopilado y entre los huecos pon hojas de periódicos. En las cajas, por fuera y con rotulador gordo, escribes con grandes letras lo que contiene y también la palabra FRÁGIL. Conserva los muebles en una zona en la que no corran peligro de romperse o estropearse mientras dura la mudanza o resérvalos en trasteros.
Toca colocar las cajas. Como cada caja tiene puesto por fuera lo que contiene, colócalas en sus correspondientes habitaciones, no las pongas todas amontonadas en el salón sin sentido ni entorpeciendo el paso. Que cada miembro de la familia abra sus correspondientes cajas y decore a su gusto la habitación.
Que no te asuste cambiarte de casa, tampoco te agobies ni te estreses. Sigue estos consejos que te regalo y verás como terminarás la mudanza mucho antes de lo que te esperas. Al final podrás sentarte y disfrutar de tu nuevo hogar y contemplar lo feliz que toda tu familia se encuentra en él.