Si eres beneficiario de una pensión o beneficio social, debes saber que puedes tener derecho a pagos atrasados o retroactivos. Los pagos retroactivos son pagos atrasados para los beneficiarios de pensiones o prestaciones que se pueden generar por varias causas, como el retraso en el procesamiento de su solicitud, un cambio en sus circunstancias o un error por parte de la agencia gubernamental responsable de realizar los pagos.
Estos pagos pueden ser aplicables tanto si eres beneficiario de una pensión contributiva, como de una no contributiva. Si crees que tienes derecho a pagos atrasados o retroactivos, es importante que conozcas cómo administrar el proceso. En este artículo vamos a explicar cómo puedes gestionar estos pagos de acuerdo a tu tipo de pensión y qué aspectos debes de tener en cuenta.
¿Cómo puedes gestionar los pagos retroactivos de tu pensión contributiva?
Si como trabajador has cotizado a la Seguridad Social y cumples con los requisitos de edad, fallecimiento o invalidez, puedes solicitar una pensión contributiva. La entidad gestora tendrá 30 días para brindarte la respuesta de tu solicitud y comenzarás a cobrar la pensión desde el día siguiente al cese de actividad. Si esta entidad se retrasa o no estás de acuerdo con la resolución y acudes a la vía judicial, tendrás derecho a cobrar el pago retroactivo de tu pensión.
Si te reconocen el derecho a la pensión tarde o modifican su cuantía, el Seguro Social deberá pagarte el retroactivo correspondiente a las mensualidades anteriores desde la fecha en que se cumplieron los requisitos para pensionarse. Por ejemplo, si te aprueban la pensión en julio y la pensión te la reconocen en diciembre, el retroactivo que debes cobrar corresponde a las mensualidades de agosto, septiembre, octubre y noviembre.
Para tener derecho al pago del retroactivo es necesario que hayas sido desafiliado del fondo de pensiones al cumplir con los requisitos para pensionarte, pues sólo a partir de la fecha de desafiliación es que te reconocerán el retroactivo. Es decir, si no fuiste desafiliado de este fondo, la entidad gestora no te reconocerá el retroactivo sino desde la fecha que se acredite.
¿Cómo gestionar los pagos retroactivos de las prestaciones sociales no contributivas?
Si no has cotizado los años suficientes a la Seguridad Social o te encuentras en situación de necesidad económica, podrás solicitar una prestación social no contributiva. Para esto tendrás que presentar una solicitud ante la entidad competente, la cual se tardará un plazo variable según el tipo de prestación para notificarte el resultado. Si es favorable, el derecho a la prestación surgirá desde la fecha de presentación de la solicitud.
Sin embargo, puede ocurrir que la entidad se demore más del plazo establecido o que no estés conforme con el resultado. En estos casos, si se otorga el derecho a la prestación tarde o se modifica su cuantía, debes recibir el retroactivo correspondiente a las mensualidades anteriores desde la fecha en la que presentaste la solicitud. Por ejemplo, si solicitas una asignación familiar en junio y se reconoce en noviembre, el retroactivo corresponde a las mensualidades de junio, julio, agosto, septiembre y octubre.
Para tener derecho al pago del retroactivo es importante que hayas mantenido las condiciones que dan lugar al derecho a la prestación durante todo el período reclamado, pues si se produjo algún cambio que afecte a tu situación económica, familiar o personal, puede variar el monto o la procedencia de la prestación y perder el derecho al pago retroactivo.
Si bien los pagos atrasados o retroactivos pueden ser una fuente de estrés para ti como beneficiario de una pensión o prestación social. Siguiendo los consejos de este artículo, podrás aclararte sobre los derechos que tienes a estos pagos.