Las pensiones no contributivas son prestaciones económicas que se reconocen a aquellos ciudadanos que, encontrándose en situación de necesidad protegible, carecen de recursos suficientes para su subsistencia, aun cuando no hayan cotizado nunca o el tiempo suficiente para alcanzar las prestaciones del nivel contributivo. Estas pensiones están destinadas a personas que se encuentran en un estado de vulnerabilidad social, sin amparo, que no posean bienes, ingresos ni recursos que permitan la subsistencia, ni siquiera familiares que se ocupen de ellos.
Debes saber que las pensiones no contributivas pueden ser de jubilación o de invalidez. Por un lado, la pensión no contributiva de jubilación se concede a las personas mayores de 65 años que cumplan los requisitos establecidos. Por otro lado, la pensión no contributiva de invalidez se concede a las personas entre 18 y 65 años que tengan una discapacidad igual o superior al 65%. Sin embargo, ambas pensiones te garantizan una prestación económica, asistencia médica y servicios complementarios que puedas necesitar.
¿Qué requisitos hay que cumplir para solicitar una pensión no contributiva?
Para solicitar una pensión no contributiva debes tener en cuenta que se deben cumplir con ciertos requisitos. Entre ellos el principal es ser español o nacional de otro país con residencia legal en España, pues el segundo requisito es residir en territorio español y haberlo hecho durante un periodo determinado antes de la solicitud.
Además, no debes disponer de ingresos suficientes para subsistir, es decir, las rentas de las que dispones deben ser inferiores a los 6.784,54 euros anuales. En el caso de convivir con más familiares tendrás que sumar todas las rentas o ingresos de los miembros de tu unidad económica de convivencia y no superar unos límites establecidos según el número y el parentesco de los convivientes.
De acuerdo al tipo de pensión no contributiva que solicites tienes que tener en cuenta los siguientes requisitos específicos:
- Para la pensión no contributiva de jubilación debes tener 65 años o más y haber residido en territorio español durante al menos diez años entre los 16 años y la fecha de la solicitud, siendo dos de ellos consecutivos e inmediatamente anteriores a la fecha de la solicitud.
- Para la pensión no contributiva de invalidez debes tener entre 18 y 65 años y tener una discapacidad igual o superior al 65%, reconocida por el equipo de valoración correspondiente. Además, tienes que haber residido en territorio español durante al menos cinco años entre los 16 años y la fecha de la solicitud, siendo dos de ellos consecutivos e inmediatamente anteriores a la fecha de la solicitud.
¿Cómo se solicita una pensión no contributiva?
La solicitud de una pensión no contributiva debes presentarla ante el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) o ante el órgano competente de la comunidad autónoma donde resida el solicitante. Tendrás que rellenar un formulario y adjuntar la documentación requerida según el tipo de pensión que solicites. El plazo máximo en el que tendrás respuesta es de tres meses desde su presentación.
La cuantía de la pensión no contributiva dependerá del tipo de pensión y del grado de discapacidad que tengas. Para el último año, la cuantía mensual es de 402,70 euros para la pensión no contributiva de jubilación y para la pensión no contributiva de invalidez con un grado de discapacidad inferior al 75%. Si el grado de discapacidad es igual o superior al 75% y se precisa de la ayuda de otra persona para realizar las actividades básicas de la vida diaria, la cuantía mensual es de 604,06 euros. Estas cuantías se abonan en 14 pagas al año.
Las pensiones no contributivas son prestaciones económicas para personas en situación de necesidad que no tienen derecho a una pensión contributiva. Para solicitarlas hay que cumplir unos requisitos específicos según el tipo de pensión. Las mismas se gestionan por el IMSERSO o por las comunidades autónomas y se financian por los Presupuestos Generales del Estado. Si constantemente te cuesta llegar a fin de mes, deberías considerar solicitar una pensión no contributiva.