En la mujer embarazada ocurren ciertos cambios fisiológicos que obviamente repercuten en el estado de su piel. El aumento del peso corporal, el incremento del volumen sanguíneo, el aumento del plasma y los glóbulos rojos, así como los cambios en el útero y en la frecuencia cardíaca, entre otros factores, tienen consecuencias directas o indirectas sobre el aspecto de la piel.
Por otro lado, el «cóctel hormonal» también afecta de forma indirecta, generando más estrés y, consecuentemente incrementado la producción del cortisol.
Cambios en la pigmentación de la piel
Los cambios en la circulación sanguínea y el aumento de los melanocitos pueden desembocar en una hiperpigmentación, más conocida como melasma o cloasma de las embarazadas.
- Otra consecuencia es la aparición de eritemas en palmas de las manos. Quizás no lo has oído tanto como el melasma, pero muchas embarazadas padecen enrojecimientos en las palmas de las manos. Este fenómeno se debe al aumento en el volumen sanguíneo y afecta a un 66% de las embarazadas de raza caucásica y a un 33% de embarazadas de raza negra.
- Pueden aparecer unas antiestéticas arañas vasculares, sobre todo en las piernas. Se las conoce como hemangiomas y las padecen un 66% de las embarazadas de raza blanca y un 10% de embarazadas negras.
- Por otro lado, las hemorroides y las varices suelen aumentar en este período.
- Las piernas se pueden tornar azuladas. A este fenómeno se le llama cutis marmorata.
- Aparecen estrías debido al efecto globo provocado por el aumento de peso y de volumen, lo cual hace que la piel pierda su capacidad elástica.
Prevención de algunas de las afecciones
- Para evitar el melasma o el cloasma, lo mejor es utilizar desde el primer mes protección solar de máximo FPS.
- Las arañas vasculares suelen prevenirse usando medias de compresión. Consulta previamente con tu ginecólogo o ginecóloga.
- Las estrías comienzan siendo violáceas. En esta fase suelen producir picores. Cuando presentan este color, todavía se pueden corregir. Sin embargo, cuando se vuelven blancas ya no podemos hacerlas desaparecer. Al tratarse de una afección tan común, a continuación te explicamos algunos activos que puedes usar en tus cremas o tratamientos para prevenirlas.
Activos recomendados para la prevención de las estrías
Podemos evitar las estrías con máxima hidratación de la piel un par de veces al día. Seguro que has oído hablar de las propiedades del aceite de rosa mosqueta para la prevención de las estrías. Podemos aplicarla con suaves masajes sobre la zona afectada. Como te hemos comentado, lo mejor es que comiences a prevenir las estrías desde el primer mes para que no cicatricen (se vuelven blancas) y sean irreversibles.
En las farmacias existen cremas destinadas al tratamiento preventivo de las estrías que suelen contener centella asiática, hidrolizados de colágeno y elastina (para ayudar a la piel a recuperar su elasticidad), algunos extractos como de manzanilla o de malva, vitaminas E, extracto de placenta, etc. Estos activos tienen la capacidad de aumentar la actividad de los fibroblastos, mejorar el aspecto de las cicatrices, además de hidratar, humectar y nutrir tu piel.
Tres cosas que pueden perjudicar tu piel estando embarazada
- Utilizar productos «agresivos» sobre tu piel o cuero cabelludo, como tintes.
- No te expongas a la radiación solar directa, y mucho menos sin protección solar.
- Intenta no aplicar productos ricos en fragancias o perfumes. Estos suelen contener ftalatos, que son sospechosos de ser disruptores endocrinos y podrían perjudicar tu salud y la de tu bebé.
Y sobre todo, recuerda mantener una dieta equilibrada, no tomar alcohol y no fumar. Disfruta del momento sin descuidar tu autocuidado.