En cada estación del año es conveniente adaptar los productos de tu rutina de cuidado facial a las necesidades de la piel del rostro, que no son las mismas con el calor del verano que con el frío del invierno.
Concretamente, durante los meses de otoño, debido a los excesos del verano y a la necesidad de la piel de preparase para el frío, aparecen en ella signos que se deben tratar de una forma diferente a cómo lo venías haciendo el resto del año.
¿Por qué adaptar la rutina de cuidado facial a cada estación del año?
Del mismo modo que no llevamos el mismo tipo de ropa en verano o en invierno, la piel también necesita una rutina de cuidado facial diferente según la estación del año. Y es que, cada momento del año impacta de una manera diferente en el estado de la piel, por lo que la rutina facial debe adaptarse al cambio de las estaciones y a las necesidades de la piel en cada momento.
Por ejemplo, en verano la clave es proteger la piel de los agentes externos y del sol, de manera de prevenir al máximo el fotoenvejecimiento prematuro. Llegados al otoño, es momento de regenerar y revertir los posibles daños producidos en verano y preparar la piel de cara al frío del invierno, momento en el cual los cuidados deberán ser más protectores del frío y nutritivos.
Los principios activos imprescindibles para tu piel en otoño
Ahora que ya sabes que tu rutina de cuidado facial no es algo inamovible, solo necesitas saber qué ingredientes son los más adecuados para cuidar de tu piel en otoño y cómo aplicarlos del modo más correcto posible.
Nuestras expertas cosmetólogas de referencia desgranan paso a paso las claves del cuidado de la piel otoñal para que conozcas de primera mano tus aliados cométicos de octubre a diciembre.
Hidroxiácidos
Con la vuelta a la rutina en septiembre, después de la calidez y el relax del verano, la piel puede reaccionar al aumento del cortisol con alteraciones como brotes de granitos o un tono apagado y desvitalizado. «También pueden verse manchitas, consecuencia de la sobreexposición al sol durante el pasado verano», explica Sonia Ferreiro, cosmetóloga y biotecnóloga en Byoode.
Por estas razones, la misma Ferreiro nos explica que «los hidroxiácidos son ideales para tratar despertar la piel y tratar las manchitas o reducir los procesos acneicos. Se puede optar por productos que cuenten con gluconolactona, ácido fítico, ácido glicólico y ácidos láctico o salicílico, por ejemplo. Eliminarán las células muertas y revitalizarán la piel, seborregulando y aumentando la luminosidad».
Antioxidantes
Si pensabas que los antioxidantes eran solo cosa del verano, te equivocas. «Mientras que en verano los antioxidantes nos protegen de la radiación, no debemos olvidar que ésta no desaparece en otoño. Aunque creamos que hay menos sol, la realidad es que también afecta a nuestra piel», defiende la directora técnica de Rosalique, Isabel Reverte.
Aparte, “a la vuelta de las vacaciones, pasamos más tiempo en núcleos urbanos, donde la contaminación también puede desatar procesos de radicales libres, para lo que necesitamos antioxidantes como las vitaminas C y E«. comenta Bella Hurtado, directora técnica de Boutijour. Tampoco conviene olvidarnos del SPF, el mayor protector que puede tener nuestra piel durante todo el año.
Retinoides
Pasado el verano y las horas más largas de sol, es el momento ideal para introducir el retinol y demás derivados de la vitamina A en tu rutina de cuidado facial. «Es el estándar de oro para regenerar la piel y consigue la mayor efectividad para reducir pigmentación, tratar las arrugas y mejorar la firmeza», explica la directora técnica de Medik8, Elisabeth San Gregorio.
A la hora de elegir qué retinoide es mejor para ti, Elisabeth San Gregoria explica que «puedes optar por diferentes derivados y concentraciones de retinoides, los que mejor se adapten a tu piel: retinol si es lo que más conoces, retinal si quieres ir más allá con algo más potente, o r-retinoato si deseas ahorrarte el período de adaptación al retinol, porque no con él no hace falta realizarlo».
Emolientes
Emolientes es una palabra que últimamente no paramos de oír en el mundo beauty pero, ¿qué significa en realidad? «Son los responsables de crear en tu piel una película rica en componentes grasos para que se mantenga fuerte la función barrera y no pierda la hidratación» explica la cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD, Raquel González.
Esto es fundamental durante el otoño por varios motivos, sobre todo por los cambios bruscos de temperatura que tienen lugar en este momento del año, en que las temperaturas bajas y se reducen las horas de sol. Algo que hace que, «de cara a meses como noviembre o diciembre, la piel necesite abrigarse con ingredientes ricos en lípidos, como el escualeno o los omegas, que son ácidos grasos esenciales», concluye la experta.
Como ves, afecta de forma diferente a tu piel, por lo que es recomendable tratarla con los cuidados que necesita para afrontar los efectos externos en cada momento. Recuerda: el cambio de armario no afecta solo a tu ropa, sino también a los cuidados que das a tu piel.