Desde hace unos años, el término «radical libre» está presente en multitud de discursos que tratan distintas afecciones, desde graves enfermedades como el cáncer, hasta el envejecimiento cutáneo. Y es que los radicales libres son precisamente los responsables de los daños celulares y del estrés oxidativo que causante de muchas patologías. Sigue leyendo si quieres saber cómo hacer para neutralizar el efecto de los radicales libres sobre tu piel y evitar el envejecimiento prematuro y otras enfermedades.
¿Qué son los radicales libres?
También se les conoce como ROS (especies reactivas de oxígeno). Para entender el funcionamiento de los radicales libres, tenemos que hacer un pequeño repaso a algunos conceptos básicos de física y química. Por si no lo recuerdas, los electrones se sitúan alrededor del núcleo del átomo formando una serie de capas muy definidas llamadas orbitales. Cada uno de estos orbitales contiene un máximo de dos electrones que se hallan apareados y son químicamente estables.
Por el contrario, los radicales libres se caracterizan porque poseen electrones desapareados en su orbital más externo. Este desapareamiento les hace que sean muy reactivos químicamente hablando, y les lleva a buscar interacciones con otras moléculas, produciendo cambios en la composición química y alteraciones en los sistemas biológicos. Sea cual sea la reacción o intercambio, la consecuencia es que suele crearse otro radical libre químicamente perjudicial.
Dónde se encuentran los radicales libres
Aunque los radicales libres están presentes en el proceso natural de los organismos y de nuestro propio cuerpo, existen una serie de factores exógenos que aumentan la producción de radicales libres.
- La radiación UV: una exposición masiva a los rayos UV podría acelerar la aparición de radicales libres en nuestro organismo. De hecho, ya es sabido que el sol provoca graves lesiones en nuestro ADN causando fotoenvejecimiento y envejecimiendo prematuro.
- La contaminación: se ha demostrado que la exposición a una mayor polución ambiental provoca la aparición de radicales libres que también podrían estar dañando nuestra piel.
- El tabaco y el alcohol: cualquiera de estos hábitos afecta a la proliferación de radicales libres. Tanto fumar como un consumo excesivo de alcohol afectan a la salud de nuestra piel y hacen que pierda frescura y luminosidad.
- Dietas ricas en alimentos procesados, fritos y azúcares: mantener una dieta poco saludable aumenta la producción de radicales libres en nuestro organismo y, por ende, también afecta a nuestra piel.
Formas de combatir los radicales libres
Al causar oxidación celular, una forma de combatirlos es precisamente con antioxidantes, los cuales frenarán el proceso de oxidación y combatirán el estrés oxidativo. Consumiendo alimentos frescos y naturales ricos en antioxidantes, manteniendo hábitos de vida saludables y un estilo de vida libre de tabaco y alcohol ayudarán a retrasar el daño causado por los radicales libres.
Algunos de los alimentos ricos en antioxidantes son las verduras de hoja —como la lechuga, las acelgas, la col o las espinacas—, los productos cítricos, los frutos secos y el pescado azul son productos con alto contenido en antioxidantes.
Por otro lado, deberías evitar exponerte al sol sin protección solar. Escoge un buen protector solar acorde a tu piel y evita la sobreexposición.
Mantén un estilo de vida en el que abunde la dieta saludable y el ejercicio físico.
Existen productos antioxidantes que también podrían retrasar el fotoenvejecimiento como la vitamina C y la vitamina E que deberías incluir en tus productos cosméticos. Ambas vitaminas funcionan en sinergia potenciando su efecto.