No hay duda de que el retinol está viviendo una época dorada. En un momento en el que los principios activos de la cosmética son lo más buscado para el tratamiento facial, el retinol se ha erigido como el gran principio antiarrugas por excelencia, avalado por profesionales y dermatólogos por sus efectos visibles.
Así que, si pasas de los 35, incluir un sérum o una crema con retinol en tu rutina es básico si quieres prevenir las arrugas. Pero también para difuminar las ya existentes, igualar el tono, renovar la piel y recuperar la luminosidad del rostro. Parece magia pero con el retinol, todo son ventajas. Eso sí, para beneficiarte de ellas es imprescindible saber elegir qué tipo de retinol le va mejor a tu piel.
¿Qué retinol elegir según tu tipo de piel?
Y es que, cuando hablamos de retinoides no solo existe un tipo: hay varios y cada tipo de piel tolerará mejor uno u otro. O en cada piel hará unas acciones concretas, como en la piel grasa, por ejemplo. En primer lugar, dentro del amplio abanico del retinol, podemos encontrar el puro o el formulado a base derivados, como el retinyl palmitate o acetate (ésteres de retinol).
Pero además del retinol puro y los derivados, también existen otros activos derivados de la vitamina A, que también son retinoides y cuya acción en la piel es mucho más potente que el retinol, como el retinal.
En definitiva, en el mundo de la cosmética, cuando hablamos de retinol no todos los activos son los mismos ni valen para todos los tipos de piel. Descubre qué beneficios tiene cada uno y cómo elegir el mejor retinoide para ti.
El retinol para todo tipo de piel
¿Existe una forma de retinol para todo tipo de piel? Ante los problemas de irritación que puede provocar el retinol, muchas personas tienen cierto miedo a la hora de empezar a usarlo. Sin embargo, los derivados del retinol, como los ésteres de retinol, son las formas más simples de Vitamina A, por lo que tienen un menor riesgo de irritación en la piel.
En este sentido, sí valdrían para todo tipo de pieles, aunque siempre hay un pero: estas fórmulas son de acción más suave, por lo que sus resultados serán menos efectivos. Nosotras las recomendamos para iniciarse en los retinoides y, una vez pasado el proceso de retinización de la piel, elegir una fórmula más pura de retinol. En este sentido: cuanto más suave es con la piel, menos eficaz es el retinol.
Retinal: ideal para piel grasa
La piel grasa tiene en los retinoides grandes aliados. En este caso, el gran aliado es el retinal, el retinoide cuya acción en la piel grasa va más allá de la prevención y la corrección de arrugas, ya que en estas pieles el retinal destaca por su gran acción seborreguladora. Además, también tiene una acción antibacteriana, por que es perfecto para tratar casos de acné.
Retinyl retinoato: ideal para piel sensible
Las personas con la piel sensible suelen tener pánico a los posibles efectos irritantes del retinol que, si la piel no está acostumbrada, puede reaccionar con enrojecimiento, inflamación o picor. La buena noticia es que las pieles sensibles no tienen por qué renunciar a los retinoides.
Elegir un producto de cuidado facial con retinyl retinoato es perfecto, ya que aporta a la piel sensible todos los beneficios del retinol sin riesgo de irritación. Además, su acción es más potente que el retinol, no necesita proceso de retinización y puede usarse también de día ya que no es fotosensible a la luz solar.
Como ves, para empezar a usar retinol y beneficiarte de todos sus beneficios, no solo necesitas introducir este activo en tu rutina, sino tener en cuenta tu tipo de piel para que se adapte de la mejor manera a tus condiciones y necesidades.