A día de hoy, mantener la seguridad de nuestras cuentas bancarias es un deber que no hay que pasar por alto. Y es que en cualquier momento podemos ser víctimas de algún tipo de estafa, como tantas que se dan a diario por medio de llamadas, mensajes de texto, a través de páginas falsas, etc. Es por esta razón que, con la finalidad de aumentar la seguridad en nuestras cuentas, debemos centrarnos en la parte clave de la misma: las contraseñas. A continuación te mostraremos cómo poner el PIN adecuado en tus tarjetas de crédito para que un estafador no pueda acceder con facilidad a tu cuenta, y por ende a tu dinero.
El PIN de nuestras tarjetas es una herramienta de protección ante posibles hurtos. Nadie a parte de ti, que eres su dueño y titular, debe conocerlo. Ni familiares, ni amigos, ni seres queridos de ningún tipo. Mucho menos conviene facilitar el PIN por medio de mensajes, ya que si sufrimos un hackeo, el ciber delincuente pasará a tener toda la información que necesita para acceder a nuestro dinero de forma muy sencilla. Con la finalidad de proteger nuestras cuentas bancarias, es conveniente seguir algunos consejos proporcionados por expertos como los siguientes.
Protege tus cuentas bancarias utilizando un PIN difícil de descifrar
El PIN es una clave que se utiliza como método de seguridad para proteger el acceso a nuestra cuenta bancaria. Lo podemos introducir al utilizar nuestra tarjeta en cajeros, o para realizar compras cuando superemos una determinada cantidad de dinero. Este debe ser totalmente personal e intransferible, por lo que solamente nosotros debemos saber qué 4 números lo componen. Un error que se tiende a cometer mucho por los usuarios, es crear un PIN demasiado sencillo. Esto se suele hacer para evitar olvidarlo o tener que apuntarlo en alguna parte, pero lo cierto es que al hacer esto estamos dejando nuestro dinero desprotegido.
Los expertos recomiendan seguir una combinación de números que no sea excesivamente sencilla de descifrar, ya que esas son las primeras que un ladrón utilizará para acceder a nuestra cuenta. Las más comunes y sencillas de descifrar, muy utilizadas en nuestro país, son las siguientes: 1234, 1111, 0000, 1212, 7777, 1004, 2000, 4444, 2222, 6969. Si, son muy sencillas de recordar y eso puede parecer una ventaja, pero lo cierto es que si disponemos de un PIN con esta combinación, todo nuestro dinero corre grave peligro. Utilizar la fecha de nuestro cumpleaños, el día y número de mes de nacimiento, como por ejemplo 0811, también carece del nivel de seguridad óptimo.
En este sentido, lo mejor es crear una combinación totalmente inventada por nosotros, que no se pueda relacionar con la fecha de cumpleaños de ningún ser querido ni de nosotros mismos, y que cuente con una selección de números al azar. Así será mucho más difícil de descifrar para quien quiera acceder a nuestra cuenta bancaria de manera ilegal, y por consiguiente podremos mantenerla a salvo. Si el PIN no es sencillo de recordar, es necesario memorizarlo. Si lo apuntamos en un cuaderno o peor, en nuestro móvil u ordenador, corremos el riesgo de que un estafador acceda a una información tan sensible.
Cómo modificar nuestro PIN
Si tienes motivos para pensar que tu clave de seguridad no es lo suficientemente segura, para cambiarla lo único que debes acceder es acudir a tu cajero más cercano. Desde allí podrás cambiar el PIN accediendo a los ajustes de configuración que te ofrece el propio cajero, y bastará con teclear una nueva contraseña mucho más segura para mantener a salvo tu dinero.
En caso de que tu banco no cuente con cajeros en España, como puede ser el caso de muchas entidades independientes, puedes acudir al cajero que sea, independientemente de la entidad en que se encuentre. Y podrás realizar el cambio de PIN sin pagar ningún cargo ni nada por el estilo. Por norma general, las entidades bancarias no acostumbran a facilitar el cambio de PIN de forma telemática. Aunque pueden existir algunas excepciones, lo más probable es que debas acudir a un cajero para poder realizar esta operación.