Apuesto a que lo primero que haces cuando sales de la ducha, al menos si tienes melena, es colocarte una toalla a modo de turbante. Es probable que, incluso antes de desenredarte el cabello, te pongas a friccionar la toalla con movimientos enérgicos para acelerar el proceso de secado. En este artículo te explicamos por qué es conveniente de abandones esta práctica para que tu cabello esté mucho más saludable.
Los daños que la toalla causa a tu cabello
Aunque te parezca el gesto más normal del mundo, secar el cabello con toalla puede provocar que las puntas se te abran con más facilidad, estropear la hebra, incluso debilitarla.
Todo se debe a la fricción que provocamos en el cabello cuando lo secamos. Además, si eres de las que utiliza la toalla a modo de turbante durante más de 15 minutos, todavía perjudicarás más a la hebra, provocándole frizz y deshidratación.
¿Por qué la toalla estropea tu cabello?
El cabello mojado ha sido sometido a cierto estrés en el proceso de lavado, ya que la hebra se hincha de agua, con lo cual es mucho más susceptible que cuando está seca. Por otro lado, la propia textura rizada de la toalla, independientemente del tipo de tejido con el que esté confeccionada, hace que se genere una reacción de fricción sobre la hebra capilar, a la vez que absorbe el exceso de humedad. Esto provoca que las cutículas del cabello se levanten y se rompan, debilitando así la salud de tu melena y provocando su deshidratación.
Peor si tienes el cabello rizado
Esta acción todavía se agrava más si tienes el cabello rizado, pues se trata de un cabello de tendencia más seca que el cabello liso, con lo cual el secado con la toalla favorece aún más el encrespamiento.
La mejor solución: el secado al aire
Puedes optar por eliminar el exceso de agua presionando la hebra hacia arriba con tus manos y escurriéndola. Así también mantienes una correcta hidratación de la hebra capilar mientras las cutículas se cierran. Después puedes optar por el secado al aire que es el que más recomiendan los expertos. En épocas más frías, opta por un secador que tenga la opción de baja temperatura. Vale la pena pasar algo más de tiempo en el proceso si es por preservar la salud de tu cabello.
Una alternativa a las toallas convencionales
Si eres de las que se sienten más cómodas con un turbante nada más salir de la ducha, te proponemos dos alternativas. Por un lado, puedes optar por un turbante casero que puedes realizar con una camiseta de algodón. La textura es mucho más suave que la del rizo de la toalla y no estropeará tu hebra.
Otra buena solución es optar por una toalla de microfibra. Las encontrarás sin problema en la sección de deporte de muchos supermercados.