A pesar del auge que existe respecto a los pagos digitales y las tarjetas bancarias, lo cierto es que el dinero en efectivo continúa siendo la opción más escogida por los usuarios. Esto se debe a muchas razones, siendo este método de pago mucho más cómodo y práctico que cualquier otro, ya que por el momento siguen existiendo muchos negocios en los que no se pueden realizar pagos de otra manera. A continuación te mostraremos las ventajas de las que dispones al utilizar el dinero en efecto en tu día a día.
El hecho de que las nuevas tecnologías han traído consigo nuevos métodos de pago no es algo que sea malo en sí mismo. Son opciones de pago válidas y que pueden ser muy útiles en determinados momentos. No obstante, el pago en efectivo sigue siendo el más utilizado porque presenta muchas más comodidades que los otros métodos de pago, algo que no parece que vaya a cambiar en un futuro cercano. Las razones por las que el dinero en efectivo es mucho más versátil que el dinero digital, son varias y muy diversas.
Las ventajas de gestionar nuestras finanzas con el uso de dinero en efectivo
Una de las principales ventajas que se pueden destacar del uso del dinero en efectivo, es que nos permite ser mucho más conscientes del dinero del que disponemos, y por lo tanto de nuestros gastos. No es igual pagar con una tarjeta, que simplemente es una pieza de plástico que se pasa por una terminal y que pita al completar el pago, que pagar con monedas y billetes. En esta última situación, es cuando mejor observamos cómo el dinero desaparece de nuestra cartera con cada pago.
Una vez que somos mucho más conscientes de todos los gastos que tenemos y de cómo el dinero va disminuyendo, es cuando más importancia vamos a prestar al ahorro del mismo. En definitiva, el dinero en efectivo es la herramienta de pago perfecta para controlar nuestros gastos y dejar de comprar compulsivamente. Otra de las ventajas a tener en cuenta, es que disponiendo de efectivo podremos comprar cualquier cosa en cualquier establecimiento, sin que sea necesario gastar una cantidad determinada de dinero.
Algo que no sucede con los pagos con tarjetas o digitales, en los que los establecimientos suelen colocar un aviso en el que informan de que no se pueden realizar pagos con tarjeta por menos de una cantidad establecida, que suele ser de 5 o 10 euros. Una norma que se hace para que los intereses que imponen las entidades bancarias puedan salir rentables para los negocios, pero que a nosotros como clientes nos supone la obligación de gastar una determinada cantidad de dinero, aunque no queramos, porque sino no podremos disfrutar del servicio o los productos que se nos van a proporcionar.
Por medio de los pagos en efectivo, tanto nosotros mismos como los establecimientos, evitaremos hacernos cargo de intereses o comisiones que nos pueda imponer una entidad bancaria. De esta manera, estaremos exentos de pagar más dinero del necesario, ya que utilizando dinero en efectivo solamente tendremos que abonar la cantidad justa que hemos gastado, sin que se apliquen comisiones de ningún tipo. Este método de pago también nos mantiene a salvo de posibles estafas y robos en Internet. Al no depender de sistemas electrónicos, el dinero en efectivo está menos expuesto a riesgos de fraudes cibernéticos y robos de información financiera que podrían ocurrir en transacciones electrónicas.