¿Hablamos de zapatos? A mí me parece una idea genial.
Los zapatos de mujer son la mejor manera que tenemos para vestirnos. Nos proporcionan clase, distinción, elegancia, sobriedad, encanto… Con ellos nos podemos sentir alocadas o la reina del baile, nos convierten en protagonistas de momentos inolvidables, de instantes que sabemos que no se volverán a repetir. Los zapatos nos acompañan en esas situaciones que son referencia para nuestra forma de vida y en la manera que tenemos de vivir la vida.
Me encantan los zapatos, mejor dicho, soy una enamorada de los zapatos y creo que a todas las mujeres no ocurre algo similar. No pueden faltan en nuestros armarios y vestidores. Son el complemento ideal a la hora de vestir; nada es lo mismo sin ellos. No hay vestido, pantalón, falda, traje, que pueda sobrevivir sin unos zapatos adecuados; nuestro vestuario puede cambiar de forma radical si lo acompañamos con unos zapatos o con otros, ¿verdad que sí? Hay veces que pienso que los zapatos son capaces de hacer magia cuando nos los ponemos y nos miramos al espejo con ellos.
Me apasiona ir a comprar zapatos y más me apasiona cuando me acompañan mis hijas; mi marido no se atreve, esa es la verdad. Lo que más me gusta es la gran variedad de zapatos de mujer que existen y que nos permite elegir entre multitud de modelos. ¿Queréis saber cuáles son mis preferidos?
Zapatos tacón. Milenarios; originarios de la antigua Persia. Perfectos para estilizar la figura de las piernas. Diseño siempre elegante, soberbio y bello, muy bello. Todo esto y más es lo que nos ofrece el zapato de tacón: símbolo por excelencia de los zapatos de mujer.
- Ankle strap. Modelo de zapato que se caracteriza por poseer una pequeña tira que sujeta el pie al tobillo, ayudándole a que se mantenga dentro del zapato.
- Botas. Tipo de zapatos que se caracterizan por que resguardan muy bien el pie, el tobillo y buena parte de la pierna. Ideales para el invierno para que nos proteja de la lluvia y el frío.
- Zapatos de cuña. Se diferencian del resto porque el tacón recorre toda la suela, ayudando a que el pie se encuentre más estable dentro del zapato.
- Bailarinas. El clásico modelo de zapatos que sirven para todo y con los que nos encontramos realmente cómodas. Suelen ser planas y no muy altas para lograr un buen descanso.
- Botines. De la misma familia que las botas, estos modelos cubren la parte superior del pie y el tobillo. Suelen cerrarse al pie gracias a hebillas, cremalleras, correas e incluso botones.
- Mules. Estilo parecido a los zuecos, aunque más sofisticados para utilizarlos en ocasiones especiales y fiestas.
- D’orsay. Zapatos que suelen ser muy estocados y que se caracterizan por no disponer de tiras con las que sujetar el tobillo o el empeine.
- Peep toes. Modelos de zapatos que los podrás reconocer porque están abiertos por la parte de los dedos y siempre formando una U.
- Sandalias. Es el modelo que solemos utilizar en cuando llega el verano y el buen tiempo. Muy abiertos y ligeros.
El mundo de los zapatos de mujer es muy amplio y realmente rico. Existen modelos para cualquier época del año, para cada ocasión que se nos pueda presentar, modelos por si queremos vestir informal o si la ocasión requiere sobriedad y seriedad, modelos para hacer deporte o para asistir a la mejor de las fiestas, para hacer una excursión por el campo o para visitar un gran palacio en uno de nuestros viajes. Cientos de modelos para cientos de ocasiones.
Los zapatos existen y llevan acompañándonos durante toda nuestra historia y seguirán haciéndolo. Continuarán proporcionando muchos sentimientos y virtudes que solamente pueden hacerlo ellos y con los que realmente nos sentimos mujeres, o por lo menos, es lo que me ocurre a mí. No lo dudéis, los zapatos siempre serán para nosotras unos amigos muy queridos y fieles.
Un fuerte abrazo y nos vemos por La Mansión de las Ideas.