Reducir el consumo de calefacción en una vivienda es clave si no queremos tener que afrontar el pago de importes desorbitados en nuestras facturas de suministros.
No obstante, esta tarea es especialmente complicada durante los primeros meses del año, ya que las temperaturas bajas hacen que tengamos que buscar la manera de calentar nuestro hogar. Por eso los termostatos se han convertido en una de las formas más inteligentes de ahorrar y hoy te explicamos los distintos tipos que puedes encontrar en el mercado. Continúa leyendo para descubrir más sobre estos dispositivos.
Los tipos de termostato que puedes colocar en tu vivienda
Los termostatos son un instrumento que se ha vuelto esencial dentro de las viviendas por una razón clara: nos ayudan a ahorrar energía.
Pero, antes de adquirir un dispositivo de este tipo, es importante conocer los distintos modelos que hay en el mercado y las características de los mismos. De esta manera, podemos encontrar:
- Termostatos mecánicos. Son los más básicos y funcionan mediante un mecanismo de bimetálico que se expande y se contrae con la temperatura, abriendo y cerrando un circuito eléctrico que controla la calefacción. Este tipo de dispositivo es uno de los más económicos, pero también de los que menos ventajas nos ofrecen.
- Termostatos electrónicos programables. En este caso, hablamos de aquellos que tienen una pantalla digital y permiten programar la temperatura deseada en diferentes momentos del día. Son fáciles de usar y pueden ahorrar energía al permitir que la temperatura se ajuste automáticamente cuando no se está en el hogar.
- Termostatos inteligentes. Es una de las opciones que despierta mayor interés en los usuarios por sus múltiples ventajas. Con respecto a sus características, son similares a los termostatos electrónicos programables, pero están conectados a Internet y pueden ser controlados a través de una aplicación en el teléfono móvil o en un ordenador. Además, pueden ser programados para adaptarse a las preferencias y patrones de uso individuales.
- Termostatos basados en sensores. En este caso, los dispositivos utilizan sensores de temperatura en diferentes partes de la vivienda para proporcionar un control de la temperatura más preciso.
- Termostatos de línea de luz. Finalmente, tenemos unos termostatos que están diseñados para ser empleados en conjunción con un sistema de calefacción de línea de luz, y funcionan midiendo la luz ambiental en el espacio para determinar la temperatura deseada.
Cada uno de estos tipos de termostato tiene sus propias ventajas e inconvenientes, y la mejor opción depende de las necesidades individuales de cada hogar. Por eso es importante evaluar cuidadosamente las opciones antes de tomar una decisión sobre qué tipo de termostato es el adecuado para sus necesidades.
Los mejores momentos del día para ajustar la temperatura de tu hogar con un termostato programable
Para ajustar la temperatura de tu hogar con un termostato programable y ahorrar energía, puedes seguir estas recomendaciones, Durante el invierno: programa tu termostato a 20°C (68°F) mientras estás despierto y bájalo cuando estás dormido o fuera de casa.
Muchos termostatos programables te permiten establecer un horario para los cambios de temperatura según los patrones diarios de tu familia. Por ejemplo, puedes programar cambios de temperatura para cuando se duermen, cuando despiertan, cuando se van al trabajo o la escuela, y cuando regresan a casa
Los beneficios de instalar un termostato en casa
Como hemos visto más arriba, colocar un dispositivo de este tipo en nuestra casa puede ayudarnos a reducir el consumo energético de la misma por varios motivos:
- Mayor control de la temperatura. En primer lugar, nos da la opción de tener un control mucho más exhaustivo de los grados que tenemos en nuestra casa.
- Posibilidad de programar. No será necesario que tengamos la calefacción encendida durante todo el día, podemos elegir en qué momento la ponemos para así no gastar más de lo necesario.
- Máxima comodidad en la vivienda. El hecho de poder manejarnos con la temperatura que queramos cuando nosotros queramos incrementa el confort de las casas y, por supuesto, la comodidad de los usuarios que viven en las mismas.
- Mejor eficiencia energética. Con el uso de un termostato podemos reducir el consumo y mejorar, por tanto, la eficiencia energética.
- Son económicos. Por último, también tenemos que destacar que el precio de este tipo de dispositivos es bastante barato, lo que hace que sea una inversión que vamos a rentabilizar rápidamente.
En resumidas cuentas, comprar un termostato puede tener múltiples ventajas y en el mercado existe una amplia gama disponible que se adapta a las necesidades de todos los usuarios. Esperamos que este artículo te haya servido para conocer un poco mejor este tipo de dispositivos.