La limpieza es una labor fundamental de la vida diaria, no solo para evitar suciedad y bacterias nocivas para la salud, sino también para disfrutar de un olor agradable y relajante. De hecho, se ha comprobado que el aroma influye y transforma la atmósfera de una casa, tanto, que es capaz de generar una sensación de comodidad y bienestar.
En efecto, el olfato es capaz de ayudarnos a rememorar lugares, personas, momentos y emociones, por eso es vital que la fragancia de tu hogar evoque recuerdos satisfactorios y genere buenas impresiones tanto a ti como a tus invitados. Sigue leyendo y pon en práctica estos 8 trucos caseros para que la casa huela bien sin gastar en ambientadores comerciales.
Formas de hacer que la casa siempre huela bien naturalmente
Ten en consideración que, si en tu hogar hay hedor, las fragancias que uses solo servirán para enmascararlo por un rato. Por eso, fíjate bien en las áreas más húmedas, en las filtraciones, en los electrodomésticos e incluso dentro del armario. Toma nota de estos métodos naturales para mantener la casa con buen olor:
- Ventila por las mañanas: Esta es una de las maneras más sencillas de reducir la pesadez en el ambiente, mejorar la calidad del aire y reducir presencia de virus, bacterias y hongos responsables del hedor.
- Mantén el lavavajillas y fregaderos siempre limpios: Una de las causas más frecuentes de pestilencia en la cocina se debe a la suciedad y humedad acumulada en estas zonas. Una excelente forma de evitarlo es picar un limón a la mitad, colocar un poco de bicarbonato en una de las partes y frotar el interior del lavavajillas y el fregadero, deja actual y luego enjuaga con abundante agua caliente.
Nota: No solo desodoriza y aporta buen aroma, sino que ayuda a quitar cal, grasa y marcas de óxido.
- Baño impecable: Ni se te ocurra no tirar de la cadena luego de ir al baño (sea lo que sea que hagas). Con el pasar de las horas, el olor será insoportable y se esparcirá por toda la casa. Por el contrario, mantenlo limpio lavando todos los días la taza del inodoro con lejía, pasando un paño de microfibra con un poco de vinagre en el lavabo y dejando una escoba en la ducha para fregar el suelo diariamente tras la ducha.
- Limpia las paredes: ¿Hace cuánto no lo haces? Quizás han pasado años desde la última vez ¿Cierto? Y aunque no lo creas, en ellas se concentra mucho polvo y mal olor. Para limpiarlas correctamente, humedece una fregona limpia en una mezcla hecha con un poco de agua, jabón, lavavajillas y unas gotas del aceite esencial que más te guste, ¡luego pásala por todas las paredes!
- Armario libre de humedad: Si tienes la mala costumbre de guardar ropa húmeda ¡Malas noticias! Tus prendas apestarán y tu casa también. Por eso, asegúrate de que estén totalmente secas y coloca un par de recipientes con arroz para que absorban la humedad. Además, puedes colgar saquitos de tela llenos de hierbas o tus especias favoritas.
- Carbón vegetal: Un trozo de este producto es capaz de absorber el olor a “viejo” o “cerrado”. Es ideal para el interior del sótano, armarios o zapateras.
- Granos de café: ¿A quién no le gusta el aroma del café? Puedes situarlos en un recipiente en el interior de la nevera o dentro de bolsitas de tela para ubicarlos en áreas que frecuentan las mascotas (que no puedan alcanzarlas).
- Bolas de algodón empapadas en aceite esencial: Puedes colocarlas dentro de los cubos de basura con un poco de bicarbonato, en la encimera de la cocina, en el cuarto de baño e incluso en las habitaciones.
Eso sí, ten presente que cada estancia debe tener un olor particular y no sobrecargar con una mezcla de olores. Por ejemplo: cítricos para la cocina, fragancia floral suave para el salón y habitaciones (como la lavanda o el jazmín), brisa marina o menta para el baño.
Adicional a lo anterior, también puedes hacer tu propio ambientador mikado mezclando 100 ml de agua, 15 ml de alcohol y dos cucharadas de suavizante para telas (o un perfume que te guste), hecho esto, coloca un par de palillos de bambú, muévelos un poco ¡Y disfruta del plácido aroma de tu hogar!